Tipos de diagnóstico de amortiguadores, principales criterios y causas de su fallo
Un amortiguador – es un mecanismo que reduce el nivel de vibraciones verticales del vehículo y absorbe los golpes de las ruedas y la carrocería. Es un elemento importante del sistema de suspensión del vehículo.
Variedades, características del principio de funcionamiento
Al acelerar, la carga principal va a las ruedas traseras, el coche prácticamente sobre ellas «se agacha» al frenar, por el contrario, – la parte trasera se descarga, y todo el énfasis recae en la parte delantera. Durante las maniobras, se producen vibraciones similares, pero ya en los laterales del vehículo. Son los amortiguadores los que mantienen el vehículo en posición horizontal, manteniendo la rueda en la mejor posición posible con respecto a la carretera.
Por lo tanto, amortiguadores de calidad en su coche – esto es una garantía de su conducción segura.
Los hay de diferentes tipos: monotubo y bitubo; en seco (de fricción, mecánicos), de fricción viscosa (hidráulicos) y de relajación; de aceite, de gas y combinados; de simple y doble efecto (según haya resistencia en la carrera de avance o en la de avance y retroceso). Los fabricantes suelen especificar qué variedades son adecuadas para su marca de máquina.
Criterios principales de avería
Los siguientes son indicios de que algo va mal en los amortiguadores:
Principales criterios de fallo
- la aceleración del coche cambia a peor;
- disminución de la capacidad de carga;
- la marcha suave se sustituye por sacudidas ocasionales;
- problemas con el frenado (aumenta la distancia de frenado, se altera su trayectoria);
- efecto de aquaplaning sobre calzada mojada;
- incontrolabilidad durante la conducción a velocidad y en las curvas.
Además de los signos indirectos de avería, hay varias formas de diagnosticar el estado de los amortiguadores.
Los amortiguadores pueden sufrir daños durante la conducción.
Métodos de diagnóstico
En el pasado, las averías en este mecanismo se determinaban balanceando el coche en diferentes direcciones varias veces. Después de dicho balanceo, el coche se soltaba en el punto más bajo y tenía que volver a la posición original con un movimiento de retorno. Si el balanceo continuaba, y además se oían golpes extraños, entonces se diagnosticaba la rotura de los amortiguadores. Pero este método no siempre funciona, la parada también puede indicar que el mecanismo está atascado. Y la compleja estructura moderna de las construcciones hace que este método sea ineficaz.
La inspección visual directa es el segundo método. Por supuesto, el amortiguador no está en el lugar más favorable para la inspección, pero las fugas de aceite visibles definitivamente indican un mal funcionamiento del mecanismo. Si todavía hay alguna duda, límpielo y vuelva a comprobarlo unos días más tarde.
Una inspección visual directa es el segundo método.
No sólo se puede inspeccionar el nudo en sí. Si puede ver sectores desgastados de forma desigual a lo largo de los bordes laterales de los neumáticos, esto también sería un indicio de que está defectuoso.
Vea los neumáticos.
El tercer método es la técnica de diagnóstico durante la conducción. Para ello, evalúe el manejo del coche a una velocidad de 80 kilómetros o más. Si empieza a balancearse, a dar bandazos, a reaccionar con lentitud a los movimientos de la dirección, etc., son indicadores serios de que ha llegado el momento de un diagnóstico especializado.
Y la cuarta forma, la más fiable, es el diagnóstico instrumental en banco. Se lleva a cabo en una estación de servicio. Se desmonta el amortiguador y se coloca en el banco de pruebas. Se comprueba la fuerza de amortiguación en diferentes modos de funcionamiento. En el caso de un banco de pruebas de vibraciones, basta con llevar el coche a su emplazamiento. En un tiempo relativamente corto, mecánicos cualificados diagnostican inequívocamente el estado de los amortiguadores y llevan a cabo una serie de medidas de reparación o sustitución.
Principales causas del mal funcionamiento
Cualquier mal funcionamiento del mecanismo es causado por ciertas razones. En este caso, son las siguientes.
- Daños superficiales o rozaduras importantes en el revestimiento de cromo del vástago del pistón (debido a un apriete incorrecto)
- Envejecimiento, desgaste o sobrecarga de la junta.
- Fugas en el amortiguador debido al desgaste de las juntas del vástago del pistón. Esto ocurre debido al envejecimiento, la sobrecarga excesiva o la entrada trivial de suciedad o arena.
- Desgaste de las juntas debido al envejecimiento o a la exposición a materiales abrasivos (arena, polvo)
- Apriete inadecuado del casquillo (cuando existe holgura con la parte superior de la rosca).
- Accidentes o imprecisiones en el montaje (vástago alabeado, roscas rotas).
Medidas preventivas
Prevenga las fugas y el mal funcionamiento del amortiguador haciendo lo siguiente. Preste atención con la mayor frecuencia posible a la uniformidad del desgaste de la banda de rodadura y controle el estado del casquillo. Elimine a fondo todos los restos de la superficie del conjunto después del tratamiento anticorrosión. Asegúrese de que el alojamiento no esté deformado y de que el vástago no esté alabeado. Realice diagnósticos periódicos, ya que el mal funcionamiento de este mecanismo provocará averías en todo el sistema de suspensión.
El siguiente vídeo muestra el proceso de reparación de un amortiguador de Mercedes ML350 (carrocería 164) con suspensión neumática. Incluye el desmontaje del amortiguador del coche, diagnóstico y reparación de la unidad en el soporte con sustitución de los componentes defectuosos por otros nuevos, recarga de gas e instalación de la unidad reacondicionada en el coche.
Mercedes ML350 (carrocería 164) con suspensión neumática.
Gracias al uso de modernos soportes para diagnóstico y reparación de amortiguadores, un especialista de taller puede restaurar un amortiguador de cualquier tipo y complejidad de construcción.