Reparación de amortiguadores para garantizar la seguridad y el confort
Los amortiguadores desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar el confort y la seguridad durante la conducción de un vehículo. Durante su uso, están sometidos a intensos esfuerzos, lo que provoca su desgaste y reduce su eficacia. Un bache en la carretera o un badén inadvertido por el conductor pueden dejar fuera de combate a un amortiguador. Incluso un cambio en las características de un amortiguador conduce a un deterioro del comportamiento del coche en la carretera, los viajes se vuelven menos cómodos y más peligrosos.
Modo de revisar los amortiguadores de tu coche.
1. Inspección visual. Se inspecciona cuidadosamente el amortiguador en busca de manchas de aceite o signos de fugas, estado de los casquillos y soportes. De esta manera se puede identificar fácilmente un amortiguador defectuoso.
2. Prueba de empuje y liberación. Si empuja bruscamente la parte delantera o trasera del coche y luego suelta, un coche con amortiguadores en buen estado simplemente volverá a su posición original. Si el coche sigue balanceándose varias veces después de aplicar – entonces hay un fallo en los amortiguadores.
3. Prueba en carretera. Un mecánico de taller experimentado y cualificado puede determinar con precisión el estado de los amortiguadores y otros componentes de la suspensión en un corto kilometraje.
4. Prueba en banco. Es posible recurrir a la comprobación de los amortiguadores en un banco especial. Sin embargo, para ello, tendrá que desmontar cada amortiguador del coche e instalarlo en el banco. Este método es el más preciso, pero costará una cantidad impresionante de dinero y mucho tiempo esperando el resultado, en comparación con otros métodos. Por lo tanto, si tiene dudas, es mejor poner amortiguadores nuevos directamente y conducir de forma cómoda y segura.
Hay que recordar que los amortiguadores se cambian de dos en dos. Y tal cambio no será aceptable para todo el mundo. Por ejemplo, la suspensión neumática es cada vez más común en los coches, ya que proporciona niveles inigualables de confort y controlabilidad. En caso de fallo de un amortiguador en una suspensión de este tipo, tendrá que cambiar todo el bastidor, lo que resulta muy caro. Aquí recuerda una alternativa favorable – la reparación de amortiguadores. Mientras que la reparación de amortiguadores parece muy dudosa para una suspensión convencional, en el caso de una suspensión neumática, la reparación de amortiguadores es más que razonable.
¿Cómo reparar un amortiguador?
El primer paso para reparar con éxito un amortiguador – es diagnosticar con precisión su estado. Este diagnóstico se puede realizar en el Soporte de diagnóstico de amortiguadores MS1000+. El soporte MS1000+ permite realizar las siguientes operaciones en el diagnóstico de amortiguadores de automóviles:
Diagnóstico de amortiguadores de automóviles.
- Prueba de estanqueidad.
- Determinación de la fuerza de cizallamiento de la varilla y suavidad del movimiento de las partes móviles.
- Comprobación del ruido de funcionamiento del amortiguador.
- Grabación de diagramas de funcionamiento en los modos de válvula y acelerador.
El MS1000+ puede almacenar los resultados del diagnóstico para una evaluación posterior del resultado de la reparación. Gracias a la gran pantalla táctil es cómodo controlar las funciones del banco, ver y analizar los resultados de las mediciones.
El siguiente paso, si el diagnóstico revela la presencia de anomalías – se realiza la reparación del amortiguador. Este paso implica el desmontaje del amortiguador y la sustitución de los elementos defectuosos. El culpable más común del mal funcionamiento es el retén de aceite. A pesar de que todos los amortiguadores modernos no se desmontan, esta reparación es sencilla. Se sustituye el retén de aceite por uno nuevo, se vierte aceite nuevo y se llena de gas el amortiguador. Las demás averías también se pueden reparar, pero costará mucho más y dicha reparación requiere más mano de obra. La calidad de la reparación depende de la profesionalidad del maestro y de la calidad de las piezas de recambio utilizadas. Y para estar seguro de la calidad de la reparación, es necesario comprobarla en un banco de pruebas.